Es probablemente el pueblo más antiguo del Ambroz. El toro celta de piedra, en mitad de su plaza es su símbolo, y el recuerdo de la civilización prerromana de los Vetones, pueblo ganadero.
Es probablemente el pueblo más antiguo del Ambroz. El toro celta de piedra, en mitad de su plaza es su símbolo, y el recuerdo de la civilización prerromana de los Vetones, pueblo ganadero.
Es uno de los municipios mejor conservados, con casas sillares de piedra, empinadas callejas con rincones deliciosos y fachadas tapizadas de flores.
Todo el pueblo es un mirador natural del valle, con vistas impresionantes, ya que se encuentra situada en la ladera de una de las abruptas vertientes occidentales del macizo montañoso de Tras la Sierra.
Todo el pueblo es un mirador natural del valle, con vistas impresionantes, ya que se encuentra situada en la ladera de una de las abruptas vertientes occidentales del macizo montañoso de Tras la Sierra.
Destacan los restos del castillo templario. Se conservan algunos lienzos de las murallas.
En la iglesia renacentista se San Juan sobresale el campanario y las tallas de madera de su interior. Su torre fue torreón de un castillo medieval del siglo XIII. En los alrededores también hay vestigios romanos.
Pero la más singular de esta población es su impresionante patrimonio natural: los castaños del Temblar, en el arroyo del mismo nombre, son un conjunto de árboles singulares, gigantescos y centenarios, protegidos por la Junta de Extremadura. Hay un sendero señalizado que lleva hasta allí. Pero no son los únicos, como demuestran otros hermosos ejemplares de robles en la misma ladera.
Pero la más singular de esta población es su impresionante patrimonio natural: los castaños del Temblar, en el arroyo del mismo nombre, son un conjunto de árboles singulares, gigantescos y centenarios, protegidos por la Junta de Extremadura. Hay un sendero señalizado que lleva hasta allí. Pero no son los únicos, como demuestran otros hermosos ejemplares de robles en la misma ladera.
Tiene una piscina natural con varias zonas de baños, aguas limpias y frescas, y aguas donde refrescarse, así como restaurantes para saborear la gastronomía local.
Para dar un paseo se puede tomar el sendero de La Burila, que baja hacia la zona de dehesa, pudiendo enlazar con la Vía Verde – Camino Natural de La Plata. Otra opción es tomar el sendero Bosques del Ambroz en dirección a Gargantilla, o subir por la pista hacia el Picute, desde donde se disfruta de una visión inmejorable para la puesta de sol.
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